Nicolás Forteza Rey Forteza nació en Palma el día 2 de septiembre de 1914. Al cumplir los 27 años causó en el Ilustre Colegio de Abogados de Baleares, que se produjo el día 3 de abril de 1941. Se convirtió en el colegiado 58, teniendo en cuenta que en la actualidad hay 6.600. Y una vez dado de alta, fundó el conocido bufete Forteza-Rey.
Desde sus inicios, y a lo largo de toda su vida profesional, Nicolás Forteza Rey mantuvo su despacho profesional en el edificio familiar, de estilo modernista y de singular configuración. Es un edificio que está situado en la confluencia entre la calle Bolsería y la calle Colón de Palma, en cuya fachada aparece esculpida en piedra la denominación familiar “I Forteza-Rey”.
Su actividad, siguiendo las pautas de esa época y de las siguientes décadas, fue el ejercicio multidisciplinar en casi todas las ramas del Derecho, con especial dedicación a las especialidades de Derecho Civil y Penal.
Transcurridos 36 años, el día 31 de octubre de 1977 se incorpora al bufete su hijo Ángel Ignacio Forteza-Rey Bover, recién licenciado, que se colegió con el número 827. La valiosa experiencia del fundador, la juventud e inquietudes propias de recién incorporado y el aliciente de una cerrada colaboración, propicia una creciente actividad profesional, que consolida visiblemente la solvencia del bufete.
Con una progresión imparable se inicia una época prolija en difíciles y complicados litigios, que conciernen a numerosos ámbitos del derecho. Entre ellos representan pleitos de negligencias médicas, conflictos de familia, temas urbanísticos, incumplimientos contractuales, incumplimiento de prestación de compañías aseguradora e impugnación de tasas portuarias de navegación deportiva. El despacho también interviene en causas penales de difícil complejidad y muchos asuntos improcedentes de innegable repercusión y trascendencia en la jurisdicción administrativa. Muchos de estos casos provocaron una innegable y trascendente repercusión social, hasta el punto de que los procesos en los que intervino el despacho Forteza Rey crearon jurisprudencia, doctrina y subsanaron pautas, además de aflorar corruptelas e ilegalidades en lo sucesivo.
Las sanas relaciones familiares y los lazos efectivos irrenunciables fueron fundamentos esenciales en el desarrollo profesional y han ayudado a que el bufete perdurara y se consolidara en las siguientes décadas.
En este contexto, el día 3 de junio de 1991, el ilustre Colegio de Abogados de Baleares, en un emotivo acto colegial, hizo entrega de un diploma de oro a Nicolás Forteza-Rey, como homenaje a sus 50 años de colegiación. Y el día 4 de julio de 2003 el Colegio entregó el diploma de plata a Ignacio Forteza-Rey en homenaje a sus 25 años de colegiación, reconociendo a ambos su notoria y abnegada dedicación en el ejercicio de la abogacía.
A principios de los años 90, debido a la avanzada edad de los diez hermanos Forteza-Rey, la familia tomó la decisión de vender la finca Forteza-Rey. Ante estas circunstancias el 10 de febrero de 1997 el despacho profesional se trasladó a un espléndido inmueble, que adquirió y reformó Ignacio Forteza-Rey, y que estaba ubicado en la Plaza Mayor de Palma, con acceso por el número 13 de la calle Rubí.
Nicolás Forteza-Rey Forteza, a su avanzada edad de 83 años, ya menguadas sus posibilidades físicas, no pudo incorporarse a la actividad laboral en el nuevo despacho.
Tras un prolijo y fructífero recorrido profesional, gozando del sincero afecto de su familia y allegados, el día 24 de noviembre de 2003 falleció el fundador del despacho a la edad de 89 años y tras 60 de ejercicio de la abogacía.
Entretanto, una tercera generación, la de los letrados Miguel Ignacio y María del Mar Forteza-Rey Colom, nietos del fundador e hijos de Ángel Ignacio Forteza-Rey, se incorporan en los años 2006 y 2007, respectivamente, al bufete de la Plaza Mayor. Al poco tiempo lo hacen también sus respectivos cónyuges, los abogados Margarita Rivero Aguilar y Héctor Pequerul Palenciano.
La reciente actividad, como era previsible, desborda la capacidad física y funcional del despacho, inicialmente previsto para tres profesionales. Se hace necesario lograr más espacio y más medios, por lo que se adquieren los sistemas tecnológicos y estructurales de nueva generación, que posibilita la actividad simultánea de cinco profesionales del derecho.
En su afán por seguir creciendo, el bufete decide adquirir el céntrico y amplio despacho que en su día albergó el consulado inglés, situado en el número 3D de la Plaza Mayor de Palma. Se realiza una remodelación integral del nuevo despacho, priorizando la funcionalidad, la comodidad y la utilización de los últimos avances tecnológicos y estructurales. Este tercer bufete se inaugura en abril de 2017, bajo el acrónimo FR&P Abogados.
En fechas próximas a la inauguración se incorpora al despacho Francisco Roca Ripoll, experto en el ámbito financiero y tributario. Y para dar un mejor servicio a nuestros clientes se han ido incorporando otros abogados, especialistas en distintas áreas del derecho.
De este modo, con la actual estructura de FR&P Abogados podemos poner en común los conocimientos y especialidades de cada uno de sus profesionales. Y ello nos permite la posibilidad de prestar a nuestros clientes servicios jurídicos de máxima calidad, tanto en el ámbito judicial como extrajudicial, en materia de derecho civil, mercantil, laboral, penal, fiscal, inmobiliario, urbanístico, familia, de la propiedad intelectual, datos y tecnologías de la información, estando todos ellos dirigidos tanto a personas físicas como a empresas de nivel nacional o internacional.
3 Comments
Esto es realmente interesante, eres un blogger muy profesional. Me he unido a tu RSS y deseo leer más cosas en este gran blog. Además, !he compartido tu sitio en mis redes sociales!
Saludos
Me ha encantado vuestro articulo y me ha sabido a poco pero ya sabeis lo que dice el dicho «si lo bueno es breve es dos veces bueno». Me gustara volver a leeros de nuevo.
Saludos
Muchas gracias por tus palabras.