
Desde FR&P Abogados, alzamos la voz para denunciar enérgicamente las graves e injustas situaciones que la aplicación de la conocida como «Ley de vulnerabilidad« genera para un número creciente de propietarios de viviendas que se ven atrapados en una indefensión legal.
El núcleo de la problemática radica en aquellos casos donde el propietario alquiló su vivienda a un inquilino que, posteriormente, ha dejado de pagar la renta y se ha acogido a la protección de esta normativa especial, convirtiéndose en inquilinos vulnerables. Creada originalmente como una medida de urgencia y protección social durante la pandemia sanitaria de la COVID-19, esta ley sigue inexplicablemente en vigor cinco años después de superada la crisis, prolongando un desequilibrio perjudicial.
Nuestro socio, Miguel Forteza-Rey, destaca la necesidad de explorar todas las vías legales disponibles para revertir esta anomalía. Por ello, planteamos la posibilidad de acudir formalmente al Defensor del Pueblo.
Este paso se justifica ante los incumplimientos manifiestos y la inacción de las administraciones competentes respecto a los pagos adeudados a los propietarios. Buscamos que las instituciones, garantes de los derechos de los ciudadanos, intervengan para exigir al Estado que cumpla con los compromisos de compensación económica que establecen las propias normativas de protección.
Es imperativo que el Gobierno y las comunidades autónomas pongan fin a esta situación de precariedad que han impuesto a los propietarios. Las medidas de protección social deben ser asumidas y financiadas íntegramente por el Estado, y no a costa de cargar con el coste de la emergencia habitacional a los particulares. Este despacho se compromete a liderar las acciones necesarias para defender el legítimo derecho a la propiedad y asegurar que los propietarios reciban, sin más dilación, las cantidades que legalmente les corresponden.