La usura, una práctica bancaria demasiado habitual

Miles de personas han sufrido las consecuencia de la usura por parte de los bancos. Pero existen soluciones jurídicas para evitarlo.

 

En la  historia económica han sido miles las personas que han sufrido las consecuencias de la usura, hasta el punto de que han llegado a arruinarse. Ahora, sin embargo, existen soluciones jurídicas  que actúan sobre estas actuaciones ilegales.

La usura es una práctica ilegal, que muchas veces incluso puede llegar a ser delito. Esta práctica consiste en cobrar excesivos intereses sobre un préstamo. Esto supone que el que presta el dinero quiere enriquecerse de forma injusta, perjudicando al que ha solicitado dicho préstamo.

La ley, sin embargo, no establece una cifra concreta del porcentaje del interés a partir del cual se considera usura. Se tiene que estudiar cada caso de forma independiente y comprobar el porcentaje que pretende cobrar el que presta el dinero para posteriormente cotejarlo con los intereses que establece el mercado financiero. Si los intereses que se pretenden cobrar están muy lejos de estos porcentajes del mercado, es cuando se debe denunciar que se trata de un caso de usura. Estos casos se deben denunciar ante los juzgados, para conseguir que se declaren nulas las cláusulas del contrato que  ha firmado el cliente que ha solicitado uno de estos créditos.

Es habitual que personas en una situación económica difícil decidan recurrir a lo que se conoce como préstamos rápidos. También ocurre a menudo que se abusa de la utilización de determinadas tarjetas de crédito que permiten pagar las compras a plazos. En el primer caso, estas empresas que se dedican a conceder estos préstamos rápidos no exigen los avales económicos que suelen pedir las entidades bancarias, pero esto no supone ningún tipo de beneficio para el cliente.

Al recibir una de estas ayudas económicas, el solicitante del préstamo se compromete a pagar unos intereses que, en muchas ocasiones, son usureros. Es así como se llega a firmar un compromiso de pago de unos  intereses para devolver el préstamo que, en ocasiones, representan más del doble de lo que establece el mercado bancario tradicional. Y lo mismo ocurre con las tarjetas de crédito, cuyos intereses también llegan a ser tan elevados que pueden doblar la cantidad inicial que se ha financiado.

Y si bien es cierto que estos préstamos exprés pueden solucionar un problema económico puntual, a la larga muchas veces se convierten en un gran problema. El cliente pocas veces lee la letra pequeña de los contratos y si bien es cierto que es consciente de que los intereses que tiene que devolver son más elevados de los que te exige un banco, es habitual que después descubra que estos intereses pueden llegar a ser usureros. 

Lógicamente, los tribunales persiguen estas actuaciones de usura, pero para ello siempre es necesario demandar a la empresa que ha prestado el dinero y demostrar que los intereses que se están pagando por un préstamo son tan altos que están muy lejos de lo que establece el mercado.

Nuestro despacho tiene una amplia experiencia en demandas contra entidades financieras, y con demostrados éxitos. En numerosas ocasiones hemos conseguido que estos intereses usureros sean declarados nulos por parte del juez. Esto ha supuesto que el cliente solo haya tenido que abonar la cantidad económica que ha recibido como préstamo, pero no los intereses exagerados que pretendían cobrarle. Hemos logrado, de esta forma, que se establezca la nulidad del contrato de préstamo.

Por lo tanto, si usted se encuentra en una situación similar a lo comentado aquí, no dude en contactar con nosotros. En FR&P Abogados estaremos encantados de ayudarle con su problema.

 

 

Miguel I. Forteza-Rey Colom

Abogado - Socio de FR&P
Especialista en Derecho Civil, Mercantil y Penal Económico
BIO

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